Cuadernos

Ensayo por la juventud (XIX)

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Capítulo 9: Nueva Guerra Fría.

El panorama de actualidad se caracteriza por una gran guerra de estrategias por el control de los recursos energéticos del planeta. Occidente es hoy más que nunca Estados Unidos y el Reino Unido. Ambas buscan unilateralmente obtener supremacía sobre la energía nuclear y los recursos energéticos de Oriente Medio. Oriente, también hoy más que nunca, está liderado por Rusia y China. Rusia es el mayor proveedor de gas natural y posee, después de Venezuela, las mayores reservas registradas de petróleo. China, debido a su explosivo crecimiento económico basado en los salarios bajos, busca una estabilidad y garantía de surtimiento de petróleo y gas que la hagan menos vulnerable a la inestabilidad de los mercados de petróleo. Ésta, la Nueva Guerra Fría, se hizo evidente a raíz de la invasión estadounidense de Irak en 2003. Estados Unidos desplegó bases militares en los países de Asia Central, anteriormente bajo la influencia rusa. A su vez, occidente desarrolló políticas que permitiesen la expansión de la OTAN, para incluir países ex soviéticos que compartían frontera con Rusia. Para evitar ser rodeada por los avances de occidente, Rusia realizó una serie de maniobras con las que recuperar su equilibrio y, como la invasión de Irak provocó un alza en los precios del gas y del petróleo, no le fue difícil fortalecerse, desarrollando además lazos de cooperación con China y otros estados de Asia Central dentro del marco de la Organización de Cooperación de Shanghái, con los objtivos de prevenir el separatismo entre sus países y de asegurar y proteger sus intereses energéticos. En este sentido, Rusia ha restringido de forma gradual el acceso de multinacionales extranjeras a los contratos de explotación de gas y de petróleo en su territorio, dejando fuera petroleras estadounidenses y holandesas, bajo el pretexto de una violación de las leyes de protección del medio ambiente. El Pentágono de la administración de George W. Bush implementó desde el año 2000 un programa militar de Defensa Nacional de Misiles. Se trata de escudos antimisiles que sólo Rusia, Israel y Estados Unidos han puesto en funcionamiento, con sistemas de interceptación que usan tanto cabezas nucleares como proyectiles con energía cinética. A pesar de que Ronald Reagan prometió a Mijaíl Gorbachov que no expandiría la OTAN más allá de los límites de 1989, Washington instaló escudos antimisiles en Polonia y en la República Checa que apuntaban a Rusia, en principio, con la intención declarada de defender a Europa de ataques provenientes de Corea del Norte e Irán, pero, en el fondo, como estrategia estadounidense de expandir la OTAN para incluir a Ucrania y a Georgia y rodear así a Rusia. El 10 de febrero de 2007, en la 43 Conferencia de Seguridad de Múnich, el presidente ruso Vladímir Putin acusó en su discurso a los Estados Unidos de hacer un uso desmedido de la fuerza militar en las relaciones internacionales, de arrojar al mundo en un abismo de conflictos permanentes y de estar creando un mundo unipolar gobernado por Washington en contra del deseo de muchos países de formar un mundo multipolar donde todas las partes trabajen coordinadamente por la solución de los conflictos globales.

Cineasta con siete largometrajes, casi una veintena de cortos e incontables participaciones en proyectos ajenos o/y colectivos a mis espaldas. Pintor que gusta en darse baños de color. Y escritor que preferiría ser ágrafo. Estoy preparándome para huir al margen del Estado, fuera del sistema. Me explico en "Dulce Leviatán": https://vimeo.com/user38204696/videos

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