Cuadernos

Placeres compartidos: Joaquín Sabina

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A la orilla del sol melancolía los corazones errantes se enfadan con la prisa y ponen la calma a navegar.Extraña amiga soledad siempre emitiendo en el dial desde un cercano más allá.Bailar la vida en el albero intemporal, regalar flores a esquivas damas y suspirar con un cuaderno de rimas con solera, dulce aguardiente en el quinqué de las esperas.Renacer en el callejear, de fugas sabe el arlequín, con elegancia vagabundear.Son artes de Joaquín, sirenas en la niebla, ternura de postín en vaso arrabalero.Cuando al compás de la verbena por las Vistillas me decía, aquí está mi lugar, demostraba un privilegiado sentido de la orientación digno de un aristócrata de la supervivencia.Sabina fue para mi una puerta a la sabiduría y al saber esperar en la aventura creativa.Desde que coincidimos como letristas en el disco Subir Subir de Hilario Camacho, una corriente de plumas salvajes y paralelas creció entre nosotros ante el tam tam de los clanes, burlando gatas con garras de pantera por los portales.A aquella producción aportó textos tan memorables como Taxi o Negra noche y yo firmé letras como Subir subir, Chica de papel, Tus ojos, Licantropía,Sin dar la cara, Sin decir adiós.Pronto me ofreció su hotel-Tabernillas para seguir on the road again por equilibrios literarios.Nunca olvidaré las tardes a dos pasos de La Latina cruzando textos sobre el Madrid pinturero que tanto nos ha inspirado.Moris, el Sinatra rockero argentino, maestro en las tardes de Tablada-Valdeacederas, encendiendo flores de neón en el Nocturno de Princesa, lanzó la bengala de escribir un libro sobre las canciones dedicadas a la metrópoli sandunguera.Joaquín me propuso tirar del hilo de la cometa y empezamos a escribir lo que luego derivaría en mi programa de radio Al ritmo de Madrid donde repasamos canciones al compás de la memoria viva de personajes como el propio Sabina,Guillermo Pérez Villalta, Borja Casani, Marta Moriarty, Francisco Nieva, Aute,Hilario,Moncho Alpuente, Savater, Villena, Umbral, Querejeta, Emma Cohen, Haro Ibars, José Luis Cano…Para los sabinianos bien podría reconstruirse un circuito de culto y guía de aquellos días sin nada en la nevera y las cazadoras colgadas en la entrada a la espera de un nuevo vuelo buscavidas, a escasos peldaños del palomar luego habitado por el amigo cantautor Raúl Alcover.Contra los males de la rutina Joaquín dispuso su botiquín repleto de remedios para las agujetas del alma.Equilibrista en el alambre a modo de neodiablo cojuelo levantó los tejados de un Madrid comodón para agitar las caderas de la rua callejera.Y todos los lugares de San Francisco el Grande a Calle Mayor, de Sol aTribunal empezaron a lanzar guiños de thecnicolor al farero urbano.Cuántos kilómetros de soledad , eh Sabina, cuántas horas gastadas alrededor del reloj.Pero cuando el poeta hablaba sus ojillos pícaros se iluminaban contándome cada uno de sus hallazgos ring-ring-ring al borde del cancionero.Subía a mis azoteas de Costa Fleming, en el enjambre de ascensores, en aquel estudio que casi tocaba el cielo para adelantarme sus avances en Juez y parte.Éramos dos locos en la manivela del azar, intrusos en la corte de Archy.Su generosidad siempre me dejaba pistas para el reencuentro.Sobremesas en el Garabatu de Echegaray, copitas de media tarde en el Café Central o rondas familiares por Santa Ana y el antiguo Hotel Victoria.Nos robaron abriles pero aún guardamos eternas primaveras en el alma.Cuando reanimo el contacto con Sabina en su horizonte literario por el Sant Jordi barcelonés, sus abrazos y besos de hermano son como una clave entre naúfragos milagrosamente revividos ante tanta negativa a la sal y al pan del circo.Nos ocupamos del margen y terminamos por descubrir una isla de ensueño, allí donde nunca se hace tarde, donde de repente-oh prodigio- la mujer nos regala la miel del querer.Al hilo de su Ciento volando evoco la legendaria consigna, nunca debes volver al lugar donde fuiste feliz.No la interpreto como un pasado cerrado por derribo, es despertar la conciencia de que somos memoria y nunca nostalgia.Como escribo en mi poema, Las horas vividas nunca  vuelven, no necesitaron nunca huir, dulcemente van en la memoria y se dejan sentir.Los bajos del Café Gijón, Avalon, Damajuana, la Mandrágora, el Café del Foro, el Parnasilo, Casa Ciriaco, Santa Isabel, la Filmoteca, siempre Gran Vía arriba-Gran Vía abajo como tomando impulso para despegar desde un Madrid particular.Antonio Banderas en el entusiasmo de  La Corte del Faraón, Lucena y Paniagua intentando inútilmente que Joaquín aparezca por Conde de Xiquena.De cuando en cuando, vestidos con mil colores y con cuadernos de diseño, intercambiábamos escritos en la ruta de los taxis-ambulancia que siempre añoraban el mar.Buscamos lugares propicios-como diría el maestro Ángel González- para iluminar sueños.Crecer en la lógica del rechazo tiene sus ventajas.Si te tiran a dar puede que no te acierten y te revuelvas con sonrisa voladora y algo sarcástica para decirle un hola cómo estás a quienes te cerraron las aduanas.Afortunadamente la imaginación no sabe de fronteras y trabaja el lenguaje de las emociones en clave universal.Madrid guarda su ruta sabiniana o sabinera desde La Copita Asturiana a Tabernillas, de Santa Ana a Huertas con orígen y final en Relatores-Tirso de Molina y a  mi me renueva recorrerla los recuerdos de mi era en Apartamentos Tribunal, de cuando amanecía la noche y todo giraba al compás del ritmo-ritmo. Memoria también de los días en la antigua casa de Joaquín con Ángela Muro y Carlos Bullejos, que recogieron el testigo de Joaquín por los lares de La Latina.Ydel Rastro al recortable del Madrid de Bailén y Rosales seguimos la psita de las miguitas de ternura que aún se eredan en los carricoches abandonados en el desván.Sonríe Joaquín entre miles de firmas y Barcelona bendice con una Rosa de Lima las laderas del paseo de Gracia.Qué suerte pertenecer a la cofradía de la deriva, allí donde siempre se descubren mágicas orillas para perseverar en el vicio del renacer, para alimentar la sana costumbre de soñar con los sueños eternamente reencontrados.

Escritor, periodista , compositor, guionista, autor multimedia. Director de audiovisuales para grandes muestras y creador de spots publicitarios, desarrolla una intensa actividad en conferencias, talleres y encuentros sobre lenguajes emocionales y comunicación.

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