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Luis E. Aute: “Albanta está en todo lo contrario a la realidad que estamos viviendo”

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Luis Eduardo Aute se haya inmerso en la gira de presentación de su último álbum El Niño Que Miraba El Mar que viene acompañado por la película El Niño Y El Basilisco. Dos obras que nacen del encuentro de dos fotografías que abarcan la distancia de casi toda una vida. Una vez más se mezclan el humo de lo vivido y el azar. En un hueco entre concierto y concierto he tenido la oportunidad de poder cruzar estas palabras con él bajo los destellos de la belleza que emana de su creatividad.

En la portada de tu nuevo trabajo nos encontramos ante el mar bajo la atenta mirada del niño que fuiste. ¿Sigue siendo ese mar promesa y semilla de libertad?

Bueno, sí, pero con unos monstruos detrás del horizonte. Unos monstruos grandes e inesperados. En principio es un mar que promete horizontes pero, lamentablemente, después de los años transcurridos desde que me hicieron esa foto al otro lado del horizonte no hay mucha esperanza.

¿Lo de las fotos fue una coincidencia?

Sí, la que hizo mi padre y luego la que me hizo mi hija ya algunos cuantos años después.

Entonces, ¿el encuadre de la foto que te tomó tu hija en el malecón de La Habana no fue intencionado?

Fue lo que me inquietó, cuando vi la fotografía me quedé muy sorprendido al ver la coincidencia del punto de vista de la que tomó mi padre y la de mi hija. Al volver de La Habana mi hija y mi hijo hicieron un montaje con las dos fotos, sin decirme nada, como regalo de cumpleaños. Y al ver el montaje fue cuando se me ocurrió escribir la canción y hacer la película.

Cuentas en la canción que da título al disco lo que le preguntarías a ese niño pero, ¿qué crees que te diría si pudieses hablar con él?

Pues la verdad no lo sé, ¿qué crees tú que te dirías a ti mismo encontrándote con dos años? En todo caso mirarle a los ojos y ver qué queda de esa mirada en la mirada de ahora y tal vez el niño se preguntaría a ver este señor, ahí tan mayor, qué tiene que ver conmigo.

Esa mirada hacia atrás impregna al disco de cierta melancolía. ¿Nace esa melancolía de la finitud del tiempo?

Puede ser. Es una melancolía a consecuencia de muchas experiencias, de toda una vida que ha pasado por medio y, evidentemente, eso es la prueba de la finitud del tiempo. Y de que el tiempo es el que es y que su paso transforma las cosas y las convierte muchas veces  en lo contrario de lo que uno fue al principio. A lo largo de la vida nos van enseñando a que hay que matar a ese niño para poder sobrevivir en la jungla en la que estamos inmersos y acabamos convirtiéndonos en su verdugo.

¿Qué fue primero, la película o la canción?

Empecé con la canción, me quedé ahí atascado, y al no avanzar empecé a dibujar y salió la película. Luego continué con la canción, vinieron las otras canciones y seguí con la película y ya fui simultaneando las dos cosas.

¿Qué hay del autepintor en el auteautordecanciones?

Una manera de ver la realidad, de reflexionar sobre ella. El pintor está en las canciones y la música está en las imágenes.

De alguna manera son vasos comunicantes.

Sí. Es el mismo árbol con ramas distintas.

¿El proceso de creación de esta película ha sido el mismo que el de Un Perro Llamado Dolor?

Sí, más o menos. Porque El Perro fue también una improvisación que fue construyéndose poco a poco y en este caso la película surge de esa fotografía, de esa imagen, y a partir de ahí empecé a desarrollar el argumento, si es que se le puede llamar argumento a esa fábula.

¿Dibujos a lápiz?

Sí, a lápiz sobre papel.

¿Rehúyes de las nuevas tecnologías?

No, pero me gusta mucho dibujar y hay mucha gente que me ha preguntado, ¿por qué no haces animación con los programas que hay ahora?. Y es que  no quiero darle el gusto a la tecnología de hacer esos dibujos. Me gusta mucho el trabajo artesanal y cada vez más. Estamos totalmente invadidos por estas tecnologías que prácticamente lo hacen todo y a mí me gusta recuperar la pasión por lo manual, por lo artesanal.

¿Crees que de alguna manera esas tecnologías nos deshumanizan?

Sí, porque delegamos en la máquina aquello que podemos hacer nosotros y en ese sentido nos vamos deshumanizando. Los inventos no son ni buenos ni malos. Depende del uso que se les de, del grado de sometimiento y adicción que vayamos cediendo a la máquina.

Mark Twain dijo, “el hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena”. ¿Sigues creyendo en el ser humano?

Si no creyera en el ser humano no escribiría canciones, ni haría películas, ni nada. Creo que el ser humano es un milagro, una excepcionalidad en el universo y que estamos aquí por algo. No es gratuito el hecho de estar aquí. No estamos por casualidad sino por causalidad y sin el ser humano el universo no tiene ningún sentido, no existiría.

En Las Musas te preguntas de dónde sale, de dónde viene una canción. ¿Es posible que aún no lo sepas?

Pues la verdad no. Cada una viene cuando quiere, como quiere y con su pretexto más o menos en embrión. Pueden aparecer en cualquier momento y al contrario, uno las va buscando y no aparecen de ninguna manera.

¿Tan mágico es el proceso de dar forma a una canción? Algo de oficio debe de haber.

De una canción, o de un poema, o de una pintura, o de un dibujo. De repente aparece la imagen, o aparecen las palabras o la música y te tocan en el hombre y te dicen “oye que estoy aquí a ver si me das forma”. Se trata de pillarlas al vuelo, no dejar que se escapen y empezar a reflexionar sobre esa insinuación.

El amor es uno de los pilares de tu obra pero la realidad social, al igual que en Intemperie tu anterior disco, ocupa un lugar muy importante en este trabajo.  Además queda muy claro en Feo Mundo Inmundo. ¿Sigue siendo el hombre un lobo para el hombre?

En estos tiempo más que un lobo es un lobby para el hombre. A la vista está que todo depende de los designios de unas mafias que son quienes deciden lo que tiene que ser el mundo. Por encima de la política e incluso de la economía. Me aventuraría a decir que el futuro no existe pero no en el sentido de que no lo haya en cuanto a perspectiva de hacer cosas si no de que ya está diseñado. El futuro se provoca y  se va construyendo según los intereses de estas sectas, de estas mafias, de estos lobbies financieros o simplemente de poder. 

Queda claro que te preocupa la situación actual en la que vivimos. Imagino que esa preocupación se acentúa en tu faceta de padre.

¡Inevitablemente!, porque el mundo que se les viene encima ahí está y me gusta bien poco. Y  me pregunto qué puedo hacer para que ese mundo les sea apetecible y les resulte atractivo. Y no aparece por ningún lado esa provocación que pueda despertar tu curiosidad y tu razón de ser en el mundo.

Da la impresión de que a las nuevas generaciones no nos queda margen alguno. ¿Dónde queda Albanta?

(Silencio prolongado)… ¡Me encanta que me hagas esa pregunta!. Pues mira, Albanta está en todo lo contrario a la realidad que estamos viviendo. Ahora, ¿dónde queda?, que cada uno se construya esa situación en su propia idiosincrasia.

A la hora de arreglar este desaguisado ¿qué puede aportar una canción?

Sé que no hacerla no aporta nada. Tal vez pueda aportar algo haciéndola. Prefiero hacer y equivocarme que arrepentirme por no haberlo hecho.

Y ahora que estamos hablando de canciones, parece que Ay Suiza, Patria Querida fue compuesta antes de ayer, ¿no?

¡Esta mañana!. Pero siempre fue así, lo que pasa es que ahora es sin disimulo alguno y hay muchas suizas. Antes había una o dos y ahora en Madrid vamos a tener un Eurovegas que supongo que será algo parecido a eso.

Se que el término cantautor no te hace mucha gracia y que no te gusta que te engloben en ningún tipo de generación o cosa que se le parezca. Pero queda claro que de esa hipotética generación a la que podrías pertenecer eres el que mejor está envejeciendo creativamente hablando. ¿Estás de acuerdo?

Te lo agradezco mucho y te invito a un vino…. La verdad, no tengo consciencia de eso. Sé que nunca fui demasiado gremial y siempre he trabajado con un cierto aislamiento. Lo que pasa es que con el tiempo la isla cada vez está más aislada.

En El Niño Que Miraba El Mar nos encontramos con un disco-película y en directo viene a ser un cine-concierto. ¿Qué tal están yendo?

Lo llamo así por no ser un traidor. Porque la gente que entra al concierto, de repente, ve una película de veinte minutos y para que no sea una sorpresa les digo que después viene el concierto. Por eso los llamo así. Están yendo muy bien. Tenía un cierto temor de que pensaran esto qué es, una película o un concierto y parece que lo asumen muy bien. La experiencia está siendo muy positiva.

¿Es complicado producir cultura a un 21% de IVA?

No lo facilita sino todo lo contrario. La cultura es un concepto que ahora es casi perverso y se intenta por todos los medios, por parte del poder sobretodo, que deje de existir. Más que la cultura el conocimiento. Estamos en una sociedad de la información y no del conocimiento. El fenómeno Internet, que marca un antes y un después en la historia, es una invitación a recabar datos, a navegar hacia afuera y yo creo que la dinámica debería ser la contraria, es decir, viajar hacia adentro y recabar datos para tener conocimiento. La cultura es conocimiento y este asusta al poder y en ese sentido hacen lo posible para que desaparezca y tengamos mucha información pero poco conocimiento.

Esa cantidad de información que hay en Internet te lleva más bien a la desinformación. Demasiada cantidad de datos que asimilar.

Sí, te lleva a distanciarte del conocimiento. A nadie le preocupa el de dónde venimos, quienes somos y adónde vamos. Eso es lo último que se piensa, se trata de tener poder económico o político pero no conocimiento. La cultura es un vade retro y no van a acabar con ella porque el ser humano es ante todo un ser conformado por ella. Pero están en el empeño de que desaparezca ese ser humano y de que seamos zombies. Por eso están tan de moda las películas de ese género porque es el ideal de la sociedad postcapitalista en la que estamos inmersos. Muertos andantes a las órdenes del poder.

Estas inmerso en la gira, pero ¿qué tienes en mente? ¿qué proyectos futuros?

Tengo muchas cosas empezadas pero sin terminar. Hay otro libro de poemigas, una sexta entrega. Una colaboración, como dibujante, con Gonzalo Suárez en una película que está haciendo y se cumplen veinte años este mes de septiembre del Mano a Mano que hice con Silvio Rodríguez y seguramente lo celebraremos con tres o cuatro conciertos. Tengo una exposición antológica preparándose para realizarla en México. En fin, hay unos cuantos proyectos.

¿Hasta el final con las botas puestas?

Si la crisis me lo permite con las botas puestas. O desnudo, o con los pies descalzos. Pero en pie.

Periodista musical, malagueño. Al timón en La Madriguera Magazine.

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