Inside Out

Nos tocamos poco y mal… hay que mejorar

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¿nos tocamos?

Nos tocamos y masturbamos poco y mal. He leído en algún lugar estos días. Eso ya es un drama y un dolor supremo. ¿Por qué? porque, aparte de una fantástica herramienta de autoconocimiento sensorial, es divertido, placentero y realizable en compañía o en solitario, y en cualquiera de las dos variantes tiene un componente importante de morbo añadido. Suena bien: observar o participar, ser sólo un/a voyeur temporal o involucrarse en el proceso por turnos, que puede tener más interés que el todo a la vez con el fin de abandonarse a toda una colección de petites morts.

En esta ocasión vas a leer ,y me gustaría pensar que después hacer, sugerencias acerca de lo que se puede experimentar a través del tacto. Si a los mensajes les añadiste un punto de lujuria y dedicación, esta palabra y cómo se materializa vivirán ya dentro de tu repertorio. ¿Puedo preguntarte algo?

¿Por qué no nos tocamos (a nosotros/as mismos/as)? Y menos aún cuando tenemos pareja y parece –¿quién dice eso? Ni idea, pero es una distorsión que flota en el aire y taladra algunas cabezas– que si nos queremos un poco en modo onanista es porque hay algo en o con el otro/a que no funciona. Pues NO. ¿Sabes qué te gusta (o qué no)? Olvídalo todo un momento. Acabas de nacer y toca autoestimularse y reconocerse. Empiezan aquí mismo tus tareas.

Saca la mano a pasear, pon en guardia la piel y deleitate con las sensaciones, sin pensar en nada. A lo mejor al principio es extraño, pero no dejes de hacerlo. Cierra los ojos, te centrarás mejor en la percepción. Baja la intensidad de la luz o apágala directamente. Piensa únicamente en qué estás experimentando: ¿cómo es el roce de tu propia piel?, ¿qué textura tiene?, ¿qué sucede cuando deslizas los dedos por la mandíbula?, ¿qué por el cuello?, ¿qué por la cara interna del brazo? Puedes seguir ahora haciéndote preguntas durante el descenso.

En mi caso suele producirme algún que otro escalofrío. Muy agradable, me genera incertidumbre, ganas de seguir jugando, cosquillas y curiosidad, mucha curiosidad.

Por cierto, creo que no te lo he dicho aún: nada de tocarte todavía en lugares habituales. La tarea es descubrir nuevas alternativas, expandir las zonas erógenas y el modo de hacerlo, aunque…

know that

El mayor y más preciso (o puñetero, según el caso) órgano sexual es el cerebro. ¿Ves como lo de los mensajes tenía un motivo? Lengua y cabeza pueden relacionarse en el camino de la excitación.

Olvídate de la lengua (y de todo lo demás) por el momento, o no. Introduce alguno de los dedos en la boca y después continúa con la excursión corporal. Ahora están mojados, ¿qué sientes al pasear por la piel?, ¿te gusta que te acaricien?, ¿hacer(te)lo tú está siendo todo un descubrimiento?, ¿aún no notas nada? No te preocupes, será la falta de práctica. Podría prometerte que, después de cierto tiempo de ejercitación, serás tú quien busque el momento para la autocomplacencia. ¿A ver si esto va a ser la solución a bastantes de nuestros conflictos cotidianos?

mas

Por si tenías alguna duda, te diré que recrearse y masturbarse tiene efectos variados y fascinantes para la mente y el cuerpo (en un momento). Aunque, claro, siempre hay escépticos y evitadores que advierten de sus ¿contraindicaciones?, ¿lo habrán probado? Atención a algunas de las afirmaciones (este discurso me recuerda a un sitio). Si quieres convertirlo en algo rancio y prescindible no pierdas detalle, a saber:

  • Es una sexualidad ‘infantil’ que ha de abandonarse en la edad adulta.
  • Es un sustituto pobre de lo ‘realmente importante’, el coito.
  • Es una actividad compulsiva.
  • El deseo de masturbarse desaparece cuando se tiene pareja.
  • Es perniciosa tanto a nivel físico como mental y emocional.
  • Es algo para hacer en soledad, no para compartir.
  • El sexo es algo para dar a los demás, por tanto la masturbación es egoísta.
  • Sólo se masturba la gente aislada, inadecuada o solitaria.
  • Los hombres se masturban, pero las mujeres no lo necesitan ni sienten ese deseo.

Pues muy bien. ¿Cuántas te crees?, ¿vas a dejar de hacerlo por alguna en concreto? Yo no. Es una actividad bastante relajante, placentera y pone de buen humor, eso lo prometo e incluso podría certificarlo. Si estás pensando en prescindir de ello antes echa un vistazo a esto:

  • Liberación de endorfinas (neurotransmisor de la felicidad y tranquilidad) que induce a una sensación general de bienestar físico y mental.
  • Alivio del estrés. Es una estupenda actividad para liberar tensiones.
  • Autoconocimiento mental, físico y sensorial ¿no es ¡ay! explorar, imaginar y disfrutar de las reacciones que nos proporciona?
  • En el hombre protege el sistema inmunológico y reduce el riesgo de cáncer de próstata.
  • En la mujer combate la tensión premenstrual y mitiga considerablemente los dolores de espalda asociados.
  • Experiencias, ideas y juegos que compartir.
  • Ingrediente secreto: factor lúdico.

¿Cómo lo ves? Aún me rechinan los dientes pensando en las veces que he escuchado gilipolleces tales como que la masturbación es una actividad para adolescentes, que tocarse a sí mismo/a es algo triste a la par que asqueroso o que está bien si tu partenaire no está presente, pero que es humillante hacerlo delante de, porque eso es indicativo de que no te satisface lo suficiente. No sé a ti, pero se me ponen los pelos como escarpias (y no de placer precisamente) cuando escucho ese tipo de cosas.

¿No existirá un proceso de maduración, apertura y originalidad mental pareja a la física? Parece que no, o que esa lotería no le ha tocado a todo el mundo (igual va a ser eso, que son pocos los elegidos/as en el arte de la experimentación, destreza e imaginación sexual).

deberes

Explórate, escúchate mientras respiras, ¿te gusta? ¿No es distinto de lo que hacías antes? conoce lo que te da placer y lo que no, relájate y libera la tensión (o incrementala todavía un poco más). Y ya puestos ¿por qué no variar incluso la posición, la manera y el lugar?, ¿desnuda/o?, ¿vestida/o?, ¿o, qué tal por ejemplo un jueguecito experimental con la presión de la ducha? Y dando una nueva vuelta de tuerca a la osadía, perversidad y la capacidad de escandalizar, masturbarnos en pareja. Dar a conocer por medio de susurros, respiración o gemidos que ESO te GUSTA ¿Por qué no mirar mientras se masturba?, o que te mire mientras lo haces. O masturba tú, o que te masturben. Dedos mágicos, mente insaciable, músculos tensos, espalda arqueada. Aumenta poco a poco el repertorio cálido, a ver qué tal.

Lo dicho, una actividad reconfortante para practicar en algún momento del día (o noche). Ya me contaréis qué tal la experiencia. Si os place, claro.

Nota: antes de dormir suele dejarte en un estado de relajación importante.

Resumen: tocar, jugar, escuchar, susurrar, deslizar, tensión, dedos.

……………………….. Incluya más elementos que haya descubierto y puedan introducirse en el proceso de ‘este es mi momento’.

……………………….. Describa aquí su grado de satisfacción con la experiencia y compárelo con su próxima vez.

¿Quién es Skye M? Dejen un comentario y tal vez les dé alguna pista. Sólo tal vez.

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