Love 2 art(s)

Aquellos pequeños cantantes

Por  | 

El mejor Madrid lo cantó un andaluz y la mejor España un catalán. Un granadino cambió el “Spain is different” por el “¡BIEN-VE-NI-DOS!” mientras un asturiano y una madrileña (¡al fin!) miraban, viendo pasar el tiempo, la Puerta de Alcalá.

Hace veinte años que Víctor Manuel, Ana Belén, Miguel Ríos y Joan Manuel Serrat salieron juntos de gira con “El gusto es nuestro” y ahora, por supuesto, vuelven a repetir la hazaña. ¿Pero qué pinta Joaquín Sabina en esta verbena? ¡Pues más que Velázquez! Se le ofreció ser parte del conjunto y no quiso, pero su letra es la señora de las preguntas.

¿Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver?

Joan Manuel Serrat: No. Yo no. Siempre es muy arriesgado volver a los lugares en los que uno ha sido feliz. Es muy arriesgado porque, evidentemente, el mago ya se ha ido, las bailarinas tienen lorzas… (Risas) y, en general, todo está muy decadente. ¿Qué ocurre? Pues que cuando uno está de una forma constante en este lugar común de relación de amistad y de felicidad, no se va a producir ningún sentimiento de este tipo. Nosotros estamos celebrando una fiesta. Creo que esto, por encima de cualquier cosa, es una fiesta de exaltación de la amistad. Y a estas alturas del partido, la verdad, es que tener fiestas, divertirse y pasárselo bien, es lo que nos queda por delante. No vamos a subir, ninguno de nosotros, al escenario a demostrar nada que no hayamos demostrado; a inventar nada que no hayamos inventado. Pero tampoco vamos a subir a arrastrar fantasmas. Estamos todos en activo, incluso Miguel también, aunque Miguel es una clase pasiva falsa (risas). Lleva años engañándonos con esta historia de su jubilación anticipada. Pero estamos todos en activo. En fin, todos acabamos de terminar… Bueno, Víctor está en gira, Ana está en gira, yo he terminado recientemente hace escasamente dos meses una gira… Quiero decir que estamos en activo. Y Miguel, ya te digo, vive en una falacia de este “yo no estoy”. O sea, que ni vamos a inventar nada ni vamos a buscar lo que no queremos. Vamos a divertirnos y vamos a tratar de divertirnos con la gente. En la memoria está el recuerdo de aquella gira fantástica que tuvimos. Y en la ilusión está el poder repetirla. Te engañaría si no pensáramos que somos capaces de repetir una gira como aquella y de buscarle nuevas aristas a este prisma, nuevas historias donde poder movernos. Nuevas músicas donde poder estar. Nuevos argumentos para que cada concierto sea una fiesta. Igual que te digo que estamos absolutamente solo para divertirnos y para hacer fiestas, te digo que no estamos, absolutamente, para lo contrario. Es decir: para andar arrastrando sufrimientos, arrastrando melancolías, arrastrando nostalgias… Sólo queremos vivir con nuestro presente, que sigue siendo, como tú verás por mis muslos, bastante interesante (risas).

Y claro, veinte años después, con un teatrillo popular similar al de 1996, ¿cómo no volver? España es cíclica. Es, de hecho, la manera natural de una sociedad que es como la marea: viene y va; y unos pensarán en el escaño y otros dónde “mangar”. Paco, el fontanero, seguirá facturando sin I.V.A. y Jesús, el del BMW, pagando menos horas a sus jornaleros. Al final, la gente se cansa y quiere estar en esa parcela (ahora más valiosa) del recuerdo tranquilo… o más feliz que la fachada de ladrillo visto que oscurece los ventanales. Sin embargo, con tanto cabreo de puñetazo en barra y con tanto billete de cien dentro del pantalón mojado, nadie quiere estar donde hay que estar, pero es complicado el subsistir.

Miguel Ríos: Hombre, además, hace treinta y cinco años del último sonrojo envilecedor de un país [se refiere al Golpe de Estado del 23 de Febrero de 1981]. Parece que esta situación ha sido traída que ni pintada. No sólo no hemos cambiado con aquel aspecto, sino que los cuatro que estamos aquí, en aquellas circunstancias, parece que estábamos señalados… muy mal señalados, ¿no? Entonces, el hecho de poder seguir manteniendo o intentando mantener el mismo grado de dignidad con relación a nuestro trabajo, con relación a nuestra forma de entender la existencia y, además, con nuestra forma de entender la solidaridad y la amistad, pues creo que hace que el lugar ese que tan poéticamente describía Joaquín esté continuamente en nosotros. Nosotros no hemos abandonado ese lugar, porque ese lugar de felicidad el que hace, realmente, que te levantes todos los días y que te levantes a luchar por ideas y por canciones y por situaciones como esta que estamos teniendo aquí. Y en ese sentido yo creo que no moverse es realmente una virtud. Moverse demasiado del sitio de la ideología, del pensamiento… Sin con eso querer decir hay que ser monolítico ni en tu propio pensamiento, que hay que tener dudas de todo lo que se piensa… Aparte de todo ese tipo de consideraciones, creo que lo fundamental en ese sentido es estar en esta compañía para poder seguir manteniendo un frente que tiene que ver mucho con las ideas, que tiene mucho que ver con el ser humano y con la evolución del ser humano. Decía Juanito de las canciones, y Víctor también, que hay canciones que nos han trascendido a nosotros mismos; Juan no es más grande o más importante que ‘Mediterráneo’, pero porque yo nunca podré ser más grande que el ‘Himno a la alegría’, pero, sin embargo, sí soy el que propició ser el vehículo de esa canción y de la intención que encierra esa canción de hermanar a la gente, que es un poco el fin de todas las reuniones que pueda hacer gente como nosotros cuando convoca a la gente a venir a un concierto. Tiene que ser un lugar de encuentro para la fiesta.

La gira original.

La gira original.

En el rato de letargo fulminante del feliz recuerdo (una paella mixta en la Venta San José, un reintegro de “la primitiva”,…) hay una banda sonora entremezclada y desordenada. Hay canciones que se escucharon hace treinta años en la boda de algún tío lejano y melodías que se tararean porque la memoria ya no da para más. Están ahí, de algún modo, y por eso, en tiempos de guerra, en cualquier radio suena ‘De cartón piedra’. Pese a todo, ¿se seguirá pensando lo mismo veinte años después?

Ana Belén: ¿Básicamente? Sí. Básicamente sí. Sin duda. Yo, con respecto a lo que has dicho antes, creo que al lugar donde has sido feliz no debieras pensar en volver, pero sin lugar a dudas, en cada uno de nosotros, yo pienso mucho que hay un terreno, que es el terreno de la infancia. Cuando no has tenido una infancia traumática, cuando has sido un chico normal de la calle, cuando tu territorio ha sido la calle; la convivencia con tus amigos…, muchas veces vuelves a ese territorio, porque en ese territorio hay parte de la felicidad que anida en algún rincón que todos tenemos. O sea que, a veces, por supuesto, no hay que remontarse a momentos que tú piensas que han sido maravillosos, pero sí hay pequeños territorios dentro de cada uno de nosotros a los que a veces, sin querer, solemos frecuentar. Porque ahí -y ahora enlazo con esta segunda pregunta- nos hemos conformado como somos. Nos hemos configurado como somos. Y pienso que, en mi caso, yo sigo básicamente pensando lo mismo que pensaba hace veinte años. Quizás me he vuelto a veces más intransigente porque la edad, lo que te hace, es ir más al meollo, a la almendra del asunto. Y las tonterías, ya, como que las aguantas poco. Las tonterías, los tontos… Estás menos dispuesto a soportar eso. Pero básicamente sigo pensando lo mismo.

Víctor Manuel: Yo también tengo que recordar que, cuando comenzamos la otra gira, acababa de ganar el Partido Popular las elecciones con el presidente Aznar. Y recuerdo algún artículo -y además lo he recogido en estas memorias que he publicado [“Antes de que sea tarde”]- donde nos cavaba la fosa a los cuatro y donde decía que ya era hora de pasar página y que a ver si lo dejábamos. Esto era 1996. Bueno, pues aquí estamos en activo, dando guerra, y con canciones que, impensablemente, se revitalizan porque los países, las circunstancias, ocurren fenómenos imprevisibles o no previsibles hace cinco años que hacen que de nuevo, cuando gritas “sólo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente” estés pensando en Siria. Y tenemos canciones para rotos y para descosidos.

Madrileño y periodista, aunque no necesariamente en ese orden. Escribe para Esquire, Forbes, Gonzoo y Popular 1. Antes estuvo en Cambio16, Jot Down o Efe Eme, entre otros.

Tienes que registrarte para comentar Login